El día a día de la vida contemporánea no nos deja parar ni
un minuto, y casi siempre postergamos para el futuro (cuando tenga tiempo, en
vacaciones, en la jubilación, o incluso cuando me toque la lotería) todo
aquello que nos ilusiona o nos gustaría hacer, depositándolos en un cajos
oscuro y polvoriento.
Al final de la jornada nos quedamos con la sensación o el
mal sabor de boca de que no hemos hecho nada productivo, aunque no hayamos
parado de trabajar en todo el día.
Para no perder nuestros sueños e ilusiones debemos crear un
compromiso con nosotros mismos, darnos una cita y marcarla en nuestra agenda
como si fuéramos el más exclusivo de los clientes, nuestro mejor cliente, concentrándonos
en nuestro proyecto, actividad o ilusión al menos durante un periodo de tiempo al
día, podemos empezar por 20 minutos en un lugar sin interrupciones donde
estemos comod@s, si no disponemos de espacio en casa podemos utilizar
la biblioteca, una cafetería tranquila, el parque, la playa….es un tiempo para
estar con nosotros mismos, sin remordimientos, sin pensar en lo que deberíamos según
nosotr@s estar haciendo, es un tiempo para crecer y evolucionar, para encontrarse
mejor consigo mism@.
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